Piper PA11: Aprender otra vez...
Y pensar que lo tenía dominado... O no?
Unos cuantos meses habian pasado desde la ultima vez que volé el Piper PA11. En los últimos vuelos ya salía solo, dominaba bien el flare (Maniobra que consiste en levantar la nariz al momento del toque) al que tanto tiempo me costó acostumbrarme. En fin, pensaba que la habilidad estaba todavía intacta, así y todo me subí el avión con cierto respeto, por así decirlo, ya que la mayoría de mis horas son en tren triciclo.
Aeronave de tren triciclo
Tal y como había arreglado, el sábado estaba en la base aérea de Morón para ir a dar una vuelta con un viejo conocido del ambiente... Y no me refiero al dueño, Carlos, sino al avión, el RUFU, que tantos pilotos supo formar (Incluso a uno de los pilotos del tristemente célebre vuelo de LAPA). Mis primeras horas en tren convencional fueron con él. Luego, por un tema de costos, terminé la adaptación en otro PA11, pero las ganas y la poca disponibilidad de este modelo me trajeron de nuevo al comando del RUFU. Es un avión... Impecable. Se nota el detalle al mantenimiento y cuidado al verlo en la plataforma brillar con el característico amarillo de Piper, cortado por una raya negra en el fuselaje y el osito, insignia del Piper Cub, y la bandera Argentina en el timón de dirección. Un avión que resalta del resto, no sólo por su color, sino tambien por su condición pristina y tren convencional... Una isla en un mar de trenes triciclos y Cessna 150 algo sucios.
Avión con tren convencional
Luego de hacer el checkeo previo, pidiendo un poco de asistencia, porque habia algunos items que no me los acordaba, estabamos listos para volar. Yo me ubiqué en mi asiento tras realizar un poco de contorsionismo para entrar. Carlos fue a la parte delantera del avión y se dispuso a dar pala. Esto último es arrancar el avión haciendo girar la hélice con la mano, cómo lo hacian en los años '40 o antes. Ah sí, este avión es de 1946.... -Sin contacto, todo reducido, bien frenado- Me grita... Esto se hace para evitar que se prenda el avión al girar la hélice para dar compresión al motor. -Con contacto, un cuarto adentro, bien frenado- Me grita luego de darle 3 vueltas a la hélice. Al confirmar ese pedido desde la cabina, le da un empujón a la hélice y esta arranca al momento. Mejor que con arranque eléctrico!
Un rato después estabamos en la calle de rodaje perpendicular a la pista y listos para salir. Mucho trafico, tanto en el aire como en tierra, se podía sentir a la controladora algo estresada en la frecuencia, algo no muy bueno si nuestra seguridad depende, en parte, de ella. Una vez que pasaron los 4 que estaban adelante nuestro, y aterrizaran otros 3 nos tocaba a nosotros. Alineados, potencia al maximo y el RUFU se largó a correr con sus 85 caballos de potencia a todo galope por la pista de Morón. La cola se levantó y con un movimiento suave, hacia atras, del comando estabamos en el aire. Un día perfecto para volar, fresco, sin viento ni turbulencia y con una visibilidad que permitía ver la República Oriental del Uruguay desde Morón... Y allí nos dirigíamos, al territorio Argentino poblado mas alejado de la costa de Buenos Aires, la Isla Martín García. El vuelo se desarrolló sin problemas, sobrevolando el conurbano y luego el delta del Rio de la Plata para terminar en el destino por excelencia de los vuelos cortos.
La isla Martin García al fondo, mas al fondo Uruguay
Pasamos sobre la pista para ver la dirección del viento, tanto el agua como la manga indicaban que la pista mas apta para aterrizar era la 17. Me incorporé como de costumbre, para realizar un circuito standard. Un viraje temprano a basica me termino haciendo quedar un poco alto en final por lo que tuve que deslizar. Esta técnica es utilizada por planeadores y aviones que no disponen de flaps (Esas chapas que salen de las alas) para bajar rapido sin ganar velocidad. Cuando quedé a la altura correspondiente me di cuenta que venia un poco rapido, asi y todo seguí adelante con el aterrizaje. Una decisión mas acertada hubiese sido hacer un escape, ya que en verdad no me sentía muy cómodo. Sin embargo, la decisión estaba tomada e iba a aterrizar. Como el viento estaba cruzado, antes de tocar hice como suelo hacer y enderecé el avión con los pedales. El tema es que toque con los pedales cruzados. Al hacer esto, la rueda de cola queda dirigida hacia donde esta dirigido el timón de cola ya que ambos están conectados y al tocar tierra salí disparado hacia un lado... Tras la rápida reacción de Carlos el avión quedó derecho y fuera de peligro y me dijo lo que había hecho mal. Fuimos a la plataforma y paramos a estirar un poco las piernas. Había un sólo avión en plataforma, un Beechcraft Baron, hermoso avión. Al rato llegó un Aeroboero, a quien habiamos escuchado en la frecuencia al acercarnos a la isla. Hablamos un rato y luego ellos se fueron a comer y nosotros nos dispusimos a regresar.
Al igual que a la ida, Carlos dió pala y yo seguí sus pedidos para poner en marcha. Luego de un breve rodaje estabamos alineados con la pista y dando potencia otra vez para despegar. Antes de dejar a la isla atrás, hicimos un toque y motor, que salió bastante mejor que el toque al llegar. Nuevamente el vuelo de regreso fue tranquilo, la velocidad del PA11 nos dió tiempo para charlar y tocar unos cuantos temas. Antes de ingresar al CTR de San Fernando, pasamos sobre donde estaban mis padres y capturaron el momento desde abajo. Una vez realizado el saludo, seguimos hacia San Fernando. Nuevamente el vuelo hasta Morón fue sin novedades, salvo porque en Palomar habia un tránsito haciendo circuito.
Nos incorporamos al patrón de transito de Morón, luego de pasar sobre la vertical. Había algo de tránsito, pero definitivamente mucho menos que cuando salimos. La inicial, algo larga debido a que un bimotor estaba adelante nuestro, no tuvo mayores complicaciones. Este tipo de aviones al ser mas rapidos y un poco mas pesados, deben hacer las maniobras con mas amplitud. Para el momento en que ellos nos cruzaron la linea, nosotros viramos para basica. Una vez acomodados en final, la torre nos preguntó si podiamos tocar corto para agilizar el tránsito en tierra. Esto no fue problema, asi que nos dispusimos a tocar un poco antes. La aproximación fue estable, parecía que nada podía salir mal, incluso me percaté que tenía los pedales "cruzados" y lo corregí. El toque fue bueno, un rebote suave y de nuevo... De repente el avión tomó vida propia y salió disparado hacia un lado, se escucharon las cubiertas chillando suavemente en la pista. Por suerte la intervención de Carlos salvó la situación. Esta vez el avión me había tomado totalmente por sorpresa, incluso había hecho todo bien, pero no tuve en cuenta el detalle de que la rueda de cola puede tener, por momentos, vida propia... La próxima lo tomaré por sorpresa yo.
No estabamos solos
Al igual que a la ida, Carlos dió pala y yo seguí sus pedidos para poner en marcha. Luego de un breve rodaje estabamos alineados con la pista y dando potencia otra vez para despegar. Antes de dejar a la isla atrás, hicimos un toque y motor, que salió bastante mejor que el toque al llegar. Nuevamente el vuelo de regreso fue tranquilo, la velocidad del PA11 nos dió tiempo para charlar y tocar unos cuantos temas. Antes de ingresar al CTR de San Fernando, pasamos sobre donde estaban mis padres y capturaron el momento desde abajo. Una vez realizado el saludo, seguimos hacia San Fernando. Nuevamente el vuelo hasta Morón fue sin novedades, salvo porque en Palomar habia un tránsito haciendo circuito.
Nosotros, desde abajo
El siempre cambiate paisaje del Delta del Rio de la Plata
Altímetro en metros en lugar de pies, presión en Kg/m² en lugar de PSI y temperatura en °C en lugar de °F...
Nos incorporamos al patrón de transito de Morón, luego de pasar sobre la vertical. Había algo de tránsito, pero definitivamente mucho menos que cuando salimos. La inicial, algo larga debido a que un bimotor estaba adelante nuestro, no tuvo mayores complicaciones. Este tipo de aviones al ser mas rapidos y un poco mas pesados, deben hacer las maniobras con mas amplitud. Para el momento en que ellos nos cruzaron la linea, nosotros viramos para basica. Una vez acomodados en final, la torre nos preguntó si podiamos tocar corto para agilizar el tránsito en tierra. Esto no fue problema, asi que nos dispusimos a tocar un poco antes. La aproximación fue estable, parecía que nada podía salir mal, incluso me percaté que tenía los pedales "cruzados" y lo corregí. El toque fue bueno, un rebote suave y de nuevo... De repente el avión tomó vida propia y salió disparado hacia un lado, se escucharon las cubiertas chillando suavemente en la pista. Por suerte la intervención de Carlos salvó la situación. Esta vez el avión me había tomado totalmente por sorpresa, incluso había hecho todo bien, pero no tuve en cuenta el detalle de que la rueda de cola puede tener, por momentos, vida propia... La próxima lo tomaré por sorpresa yo.
Felicitaciones por tu POST, la verdad que disfruté mucho al leerlo, mi sueño es poder llegar a ser un piloto de Aviación comercial, pero todo tiene una base.
ReplyDeleteSeguí así que quiero leer más!
Pocos saben lo que se sentimos,los apasionados de la aviación, al ver cada nave, con su característica imagen y sonido.
Abrazo :)
Muchas gracias Axel, me alegro que hayas disfrutado de leerlo. Tal cual decís vos, pocos saben lo que sentimos los apasionados a la aviación al ver cada aeronave.
DeletePor ciert, hay mas relatos en la sección "Vuelos" y "Pensamientos" si queres pasar y leer algo mas
Saludos!
:D, ya me paso leyéndote. Sos un genio, no tenés Twitter?
DeleteBueno, gracias nuevamente! Tengo, @maucr92, ahi me podes encontrar en la red social del pajarito
DeleteCuanta pasión en un blog y en una persona, felicidades por las 10000 visitas piloto
ReplyDeleteMuchas gracias! Asi es, este blog está hecho con pasión por lo que me (nos) gusta.
DeleteSaludos!