Reporte: Vuelo a Saladillo
Adaptándome a un nuevo avión.
Después de mucho hablar con un amigo, y luego de una cancelación por mal clima, finalmente fuimos a volar juntos para poder adaptarnos al Piper PA28, también conocido (en una de sus tantas variaciones) como Cherokee.
La idea era ir a Saladillo, a unos 150km de Capital Federal hacia el oeste. Mi amigo volaría un tramo y yo el otro. De esta manera podriamos hacer navegaciones mas largas pero dividiendo gastos.
El viernes a la mañana amaneció algo nublado, con nubes bajas pero enseguida empezó a abrir. Asi y todo fuimos un poco mas tarde para asegurarnos de no tener ningún problema.
Alrededor de las 11 de la mañana estabamos en la plataforma de CATA, realizando un primer contacto con el avión. El Piper modelo 73, fabricado en Argentina bajo licencia por Chincul, está en una excelente condición, lleva una pintura algo modernosa en tonalidad azul sobre fondo blanco. El hecho de que este sea su 2do dueño se nota, ya que se lo vé bien mantenido. Realizamos una puesta en marcha rapida para cruzar a la plataforma principal donde cargamos combustible y realizamos el checkeo del avión previo al vuelo. Lo realizamos de manera tranquila buscando esas cosas que decía el manual, en lugares en los que quizas no estabamos acostumbrados. La realidad es que los checkeos suelen ser bastante parecidos en todos los aviones, ver bisagras, filtro de aire, aceite, tren y ruedas, luces... La única diferencia es que quizás el tubo pitot tiene otra forma o la toma estática está en otro lado.
En plataforma esperando la carga de combustible
Información del avión
Terminado el checkeo y con los tanques llenos, me subí en la parte de atrás. El asiento trasero en este avión, a diferencia del Cessna 172, pareciera estar metido en un pozo, no como en este último en el que la posición se asemeja mas a un banco de plaza. Ubicado en la butaca no se ve el suelo hacia adelante, sólo cielo. Esta vez me tocó no tener headset ya que había solamente 2 disponibles, por lo tanto me dispuse a observar el paisaje y disfrutar del paseo. Eso sí, con tapones en los oidos, hacer el curso de alumno piloto y las siguientes 40hs sin headseat fueron suficiente para darme cuenta lo mal aislados del sonido que están estos aviones... Poco tiempo después estabamos alineados con la pista y con maxima potencia para el despegue.
El avión apuntó al cielo, sensación que se vió aumentada por la posicion del asiento, y suavemente ascendimos para 1000 pies para salir por el corredor visual numero 12. Mi amigo se lució en ese despegue, esta era la primera vez que volaba con él. Yo lo había llevado antes pero, a diferencia de él, quien tiene unas pocas horas en Piper Tomahawk, yo nunca había volado un ala baja.
Como dije unos renglones mas arriba me dediqué a observar el paisaje, tomar fotos y disfrutar del vuelo, mientras yo los veía hablar a ellos, vaya a saber uno de qué... Además de sacar fotos, me entretuve haciendo cálculos de estima en la navegación. Según la velocidad que veniamos teniendo calculé que alrededor de las 1320 ibamos a estar llegando a Saladillo... Para las 1318 estabamos cruzando la vertical del aeródromo.
Calculos a mano respaldado por la tecnología.
Campos inundados
El panel distinto al típico de Cessna
Después de un rato ya estabamos llegando a Saladillo. Este aeródromo se caracteriza por tener 2 pistas, una de hormigón de 1200m y otra de pasto de 1000m. La infraestructura es muy linda, se lo nota cuidado.
Luego de cruzar la vertical, nos incorporamos en circuito de pista 18 para realizar unos toques y luego aterrizar. Los toques fueron muy buenos, nuevamente, mi amigo se lució, salvo por esa aproximación en la que pasó podando los arboles que estaban en final. Mas tarde llegamos a la conclusión de que debido a la posición del asiento trasero parecía que pasabamos mas cerca de los arboles. El momento del flare parecía que la cola del avión iba a tocar el suelo. A diferencia del despegue, se veía el piso durante toda la aproximación, salvo en la maniobra final en la que la nariz se levanta para tocar primero con las ruedas principales donde no se vé mas que cielo.
El aeródromo al fondo.
Final corta
Después de 2 toques, el 3ero fue "completo", es decir que nos quedamos en tierra. Fuimos a la plataforma, apagamos el motor y bajamos. Pedimos un remís (O "remisse", como lo he visto escrito) y fuimos hasta la estación de servicio que está ahí cerca para comprar algo de comer. En el camino pasamos por la fábrica de Cicaré, una empresa que se dedica a la fabricación de pequeños helicópteros. Luego de eso volvimos a la aeródromo a comer lo que compramos y a descansar un poquito a la sombra.
Descansando en la plataforma
Infraestructura del aeródromo.
Ahora era mi turno de volar el avión. Primero entró mi amigo que, luego de hacer un poco de contorsionismo se ubicó atrás, luego yo en el asiento izquierdo y luego el instructor en último lugar.
Pusimos en marcha el motor y con sélo 1000 RPM el avión se comenzó a mover lentamente. Me costó un poquito encontrar el punto de los frenos en el pedal ademas de sentirse medio pesado en tierra. Hasta el momento bien. Nos alineamos con la pista, avancé el acelerador y largamos la carrera de despegue. Alcanzada la velocidad de 75 millas por hora, tiré del comando y el avión se levantó suavemente. No muy distinto a lo que estaba acostumbrado, se sentía algo un poco mas pesado en los controles en comparación a un C150, pero mas liviano que un avión de las mismas características como un C172, ni hablar del C182.
Como este avión es de ala baja, utiliza bombas de combustible para asegurar la presión en el sistema en la fases del criticas del vuelo, como el despegue y el aterrizaje. Alcanzada determinada altura, ademas de hacer una reducción de potencia como en cualquier avión de ala alta, se apaga la bomba de combustible. Nada muy complicado, sólo un detalle.
Realizamos 3 toques, uno sin flap, otro con una posición de flap y otro con flaps full. Cada uno con su particularidad, pero lo importantes que a la hora del toque es en todos los casos igual. Personalmente, no sentí mucha diferencia mas que la complicación de no ver el piso acercándose, algo a lo que luego del primer toque ya estaba acostumbrado. Me había advertido que si no estaba acostumbrado quizas iba a entrar en efecto suelo de manera fácil, pero la verdad no me sucedió. En la aproximación con full flap se sentía como el avión era mas vulnerable al viento ya que se movía de un lado para el otro un poco mas. Luego de este último pusimos proa hacia Morón.
En crucero, se comporta muy bien. Es muy estable y si no fuese porque por momentos habia alguna turbulencia debido a los cumulos que andaban sueltos por ahí, se sentía como un auto sólo que con mejor vista. A diferencia de un avión de ala alta, en este avión se vé mas cielo lógicamente. Acá depende de las preferencias. Yo creo que si se va a volar entre 1000 y 2000 pies, es mejor un avión de ala alta ya que se disfruta ver el suelo, las casas, los caminos, campos o ríos. Si se busca andar un poco mas alto, un avión de ala baja es mejor ya que dá una sensación de amplitud mayor y ademas por el hecho de ir mas alto se vé para abajo a una distancia mayor, y en eso aspecto creo que se compensa.
Otra diferencia es que hay que cambiar de tanque de combustible conforme se va a avanzando en el vuelo. Media hora en cada tanque para gastarlos en forma pareja. Esto es debido a que en un avión de ala alta el combustible "cae" por gravedad (Ademas de la succión del carburador que está presente en ambos casos y es la forma de "tomar" combustible del tanque), haciendo que estos se vacíen de manera pareja... O algo así.
Panel, desde el lado del piloto
Y esta fue la vista por una hora...
Luego de unos 50 minutos de vuelo estabamos sobre Marcos Paz, el movimiento en la radio había aumentado, señales de que ya estabamos cerca del destino. Tras notificar que estabamos en su espacio aéreo nos mandaron directo a una inicial, para luego aterrizar por pista 20. Nuevamente el toque fué suave. Para ser sincero, yo pensé que me iba a costar un poco mas el aterrizaje, pero no fue así, me sorprendí. Llevé el avión hacia el hangar y dimos por concluido el vuelo. Un vuelo completo y entretenido que inlcuyó almuerzo, conocer un aeródromo que no conocía y mas importante adaptarme a un nuevo tipo de avión.
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