Clima de aeródromo
Todo mas relajado
Cuando alguien escucha que otra persona es piloto, no sólo piensa en cientos de relojes y una cantidad de botones que duplica al primero, sino también en las comunicaciones que parecen chino, enjambres de aviones en el cielo y filas en el suelo. En otras palabras lo que se ve en cualquier aeropuerto grande. Lo anterior es cierto si sos piloto comercial y te dedicas a ello en una aerolíne y visitas aeropuertos en el resto del país o el mundo. Pero existe algo que la gente no piensa cuando escucha que sos piloto, y eso es un clima mas distendido. El de aeródromo.
En muchos lugares el aeródromo no es un lugar al que se va solamente a volar, sino tambien a hacer sociales. El aeródromo no solo como pista y hangares, sino también como lugar de encuentro. Todos, casi sin excepcion, tienen "El quincho", parrillas, un barcito, una pileta o alguna combinacion de todas esas. Aquellos que no vuelan lo utilizan como el club, se encuentran con amigos, hacen un asado, toman mates, charlan, juegan a las cartas o al "Burako", para luego regresar al otro dia o al otro fin de semana.
Hasta el ambiente es distinto al de la Base Aérea de Morón, que opera mas como aeródromo que como aeropuerto. Y a decir verdad, donde yo me muevo, hay un clima relajado, de tomar unos mates y charlar un rato antes y despues de volar. Algo que en escuelas mas grandes no pasa, todo es ir, volar y volverse, según dicen. Fue hace poco que terminé de ver esta diferenciación entre uno y otro. Fue con la visita a varios aeródromos que pude ver algo que, por suerte, se repite. Ese clima distendido de "Si no se puede volar, se toma mate".
Hace poco mas de un año estaba en San Rafael, Mendoza, tenia ganas de alquilar un avión para salir a dar una vuelta en un nuevo lugar, desconocido para mi. Llame al aeroclub de San Rafael para averiguar disponibilidad, del otro lado del teléfono el jefe del aeroclub que me dió todos los datos y quedamos en que lo llamaría mas tarde para confirmar. Finalmente, por otros motivos decidí no ir. Llamé para avisar que no iba a ir, pero del otro lado dijeron que no había problema, pero insistían que, de todas maneras, podia pasar a charlar y tomar unos mates a la sombra. Fue una sensacion cálida la que quedó, amistosa, que me conocían de antes. Lo medité pero terminé no yendo, algo de lo que me arrepiento, pero sé que no va a faltar ocasión para pasar de nuevo. Como escribí mas arriba, este ambiente se repite en todos los aeródromos.
Hace poco, el clima me encontraba en General Rodriguez. El clima estaba feo, el techo bajo y corría un suave vientito que prometía llevarse las nubes y bajar un poco la temperatura. Habia pocos aviones en el aire... 2 para ser mas preciso. Bastó que yo recorra el tramo desde la entrada hasta el hangar para que 1 de los 2 aviones llegara a donde yo estaba y poco despues el otro bajara por que las nubes estaban bajas y no estaba para volar. Uno de esos aviones en el aire era el que yo tenía que volar, y en tierra habia otra persona que lo tenía que volar antes que yo... En otras palabras, estaba todo medio retrasado por el clima, que desde temprano no quería abrir. Y asi fue que ellos volvieron y el instructor decidió no salir con quien estaba antes de mi y esperar a que el cielo abriera un poco. Charla va charla viene, buscamos agua para el mate y unos bizcochitos para pasar el rato. El cielo amagaba y se cerraba, algunos salían para "ver que onda" y al poco rato estaban de nuevo en el piso, dándonos indicio a los 4 de que no estaban las condiciones dadas todavía. En esas casi 2 horas hablamos de varias cosas, aviones, volar, en fin, la vida en general hasta que el termo estaba casi vacío y el cielo casi abierto. y salieron... Mientras tanto en tierra los seguíamos con la mirada mientras hablabamos de temas varios. Finalmente me tocó a mi, estaba último en la fila, por lo que al volver tenía el estómago bastante vacío. Luego de limpiar y guardar el avión, propuesta del instructor mediante, fuimos a comer algo al barcito del aeródromo. Uno de los temas que tocamos fué justamente este, el clima relajado que hay, que aunque no se pueda volar al menos se habla y se comparte. De hecho hay gente que va a charlar por mas que no tenga pensado volar.
Por mas que alguien sea el capitan de un 747, me doy cuenta de que el clima de aeródromo se extraña, porque nadie lo corre, nadie le está con un ojo encima, hay libertad de salir por mas que las condiciones no sean las ideales, no hay prioridades ni nadie por encima de otro. Clima de amistad y de camaradería, donde todos se saludan con todos y comparten un mate por mas que nunca se hayan visto. Clima de aeródromo.
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