Manejando un Tesla Model S en Noruega
Electrones haciendo su trabajo
En verdad no sabía si escribir este post o no... Sobre todo porque no es estrictamente aeronáutico, pero porque todo aquello que tiene 4 ruedas (Y a veces alas) también me gusta, y porque no es siempre que se maneja un auto de estas cracterísticas. Por lo expresado anteriormente, y para cortar un poco con lo aeronáutico, aca estamos.
En Julio de este año, 2017, viajé a Europa con mi familia para visitar a familiares que tenemos allá. Pero, previamente pasé por Oslo donde vive una amiga, que conocí en otro viaje, y una conocida a quien, tras comentarle que iba a ir a Oslo, me propuso organizar una viaje en auto (Luego de que yo le dijera de vernos en la ciudad, o cerca). La ciudad a la que iríamos era Stavanger, situada a unos 450km al Oeste de la capital Noruega. Esta ciudad se caracteriza por una atracción conocida como Preikestolen en Noruego, Pulpit Rock en Inglés o Roca Pulpito en Español. Este nombre hace referencia a su particular forma de mesa que sale hacia el vacío, a unos 600m sobre el nivel del agua que está debajo.
Como todos los Teslas, este estaba equipado con piloto automático. Y cuando digo piloto automático es que el auto se maneja sólo, sin manos en el volante ni en los pedales. El sistema funciona en conjunto con una serie de sensores, que se encargan de "ver" a los demas autos (Similares a los sensores de estacionamiento) y camaras, que leen las lineas del camino. Los primeros se encargan de que no te choques con nada, mientras que los segundos de que no te salgas del camino. De forma similar a como se activa el control de velocidad crucero, que tiene la particularidad de mantener una distancia predeterminada al auto de adelante si lo hubiese, se activa el piloto automatico. En ese momento se pueden sacar las manos del volante y como si hubiese una fuerza superior, el volante se mueve para mantener el auto en el carril y un pie, también invisible, presiona el freno llegado el caso. Pero tampoco es para despreocuparse del auto, cada tanto el mismo envía un aviso al conductor para que mueva el volante haciendo saber que todo está bien. Si el conductor no da señales el auto se detiene a un costado del camino. Al principio es una sensación rara, ves que se aproxima una curva, la cual vos no tomarías a la velocidad que estas yendo, sin embargo el auto ingresa a la misma sin esfuerzo. Cada vez que esto pasaba tenía 2 sensaciones. La primera era miedo y la segunda fascinación, no puede ser que un auto doble así, a esa velocidad y sólo. A pesar de todo esto, creo que el piloto automático es especialmente útil en situaciones con tránsito, en las que hay que estar frenando y acelerando para mantener una distancia segura al auto de adelante. Es ahí cuando mas brilla el sistema, para hacer el trabajo sucio de la conducción.
Otra particularidad que tiene este auto es el freno regenerativo, algo que me tomó un poco mas de tiempo acostumbrarme. Cuando no se está pisando el acelerador, o mejor dicho cuando no se le pide a los motores que hagan fuerza (Por ejemplo en una bajada o al soltar el acelerador para aminorar la marcha, pero siempre aplicando un poco de acelerador o no), el auto aprovecha ese movimiento para cargar las baterías, mejorando un poco el alcance del mismo. Para hacerlo, de alguna manera, carga al eje de motor, y cuando esto pasa es como si se pisara el freno, tal es así que cuando está en full regeneración, es decir con el pie fuera del acelerador y sin pisar el freno, las luces de freno se encienden de todas maneras porque el auto se frena bastante fuerte. Es por esto que para desacelerar el auto de manera suave o normal, hay que dejar el acelerador apretado en todo momento. Al principio es medio raro porque es algo anti-intuitivo, pero una vez que lo dominas, dejas de utilizar el pedal freno. Es tan bueno que Tesla lo recomienda para el uso diario ya que "ahorra" frenos y encima mejora el alcance del auto, lo que se diría una situación win-win.
En fin, curva va, curva viene, piloto automático por medio, empezó a oscurecer. Señal que se estaba haciendo realmente tarde porque en Julio el sol se termina de ocultar cerca de la medianoche. Luego de parar en una estación de carga, hicimos un cambio de conductor para que ella entrara a Oslo. La verdad estaba tan entretenido, y el auto es tan cómodo que las horas se me pasaron muy rápido.
Los carteles indicando hacia el centro de Oslo y la urbanización indicaban que el viaje llegaba a su fin. Un viaje por unos caminos increibles, visitando unos paisajes que parecen de otro planeta, conociendo gente y ciudades nuevas, y como toque final, la experiencia de manejar un auto que jamás pensé que iba a manejar, al menos en el corto plazo, por unos caminos que parecen sacados de un documental.
Alrededor de las 12, con el cielo completamente oscuro (Aunque no por mucho tiempo porque tipo 3am ya empieza amanecer) le aviso a mi amiga, quien me estaba alojando, que estabamos llegando. Con su mejor cara de sueño bajó a abrirme, me acompañó en la cena (Un poco de pan, queso y algo mas) y nos fuimos a dormir, eso marcó el punto final de 2 excelentes dias.
Pulpit Rock
Vista desde Pulpit Rock
El plan original era viajar en su BMW Serie 8. Menos mal que no fue así ya que el combustible está MUY caro, lo cual explica también por qué hay muchos autos eléctricos. Además de los incentivos del gobierno, tanto impositivos como para estacionar y circular, junto al alto precio del combustible hace que la electricidad como forma de locomoción para el auto sea atractiva.
Unas semanas antes, ultimando detalles con ella me avisa que su novio le prestaba el Tesla para el viaje. Si bien la idea de manejar un auto icónico de los 90 como un Serie 8, que vio una producción limitada y en su mejor versión estaba propulsado por un V12, la noticia de manejar un auto que está a la vanguardia de la tecnología (Perdón Audi) y que posee características que lo ponen frente a frente contra un Lamborghini (En su mejor versión) sonaba por demás atractivo.
Adelantando esas semanas, me encontraba en un tren que me llevaba de Oslo a Tønsberg. Lugar dónde me encontraría con esta persona y de ahí a la ruta directo a Stavanger. En el viaje en tren estaba medio nervioso, porque si bien sabía con quien me iba a encontrar y constataba que a quien iba a ver, en verdad era quien decía ser y que existía, no dejaba de ser una persona con quien el único contacto era, hasta ese momento, por Whatsapp, Facebook y un foro de juegos de autos, que fue lo que en principio nos unió junto a un grupo de otras personas, todos masomenos de la misma edad, de mismos gustos y de distintas nacionalidades.
En fin, luego de una hora y media de tren, le avisaba que estaba llegando a la estación. Me respondió que ya estaba a unas cuadras porque estaba cargando el auto, aprovechando el punto de recarga. A medida que el tren ingresaba a la plataforma, también lo hacía ella en el Tesla, negro y con llantas gris oscuro. Bajé del tren y me dirigí hacia el auto... Bajó y nos saludamos como si nos vieramos seguido... En verdad hablamos casi todos los dias, intercambiando algún que otro mensaje por el grupo (En el cual somos pocos), luego abrió el baúl delantero (Claro, no tiene motor, por lo que el auto tiene 2 baules uno adelante y otro atras) puse mis cosas adentro, saqué la camara y arrancamos.
Lo primero que me llamó la atención fue que nunca lo puso en marcha, lo segundo fue el silencio que había y lo tercero, una vez que subimos a la autopista, fue la tremenda acelereación acompañada de un zumbido parecido al que hacen las naves en Star Wars. Tuve la suerte de viajar en autos rápidos e incluso de manejar un auto de carreras (Quizás en otro post), pero nunca sentí TANTA aceleración. Era verdad lo que los periodistas decían sobre lo instantáneo de la aceleración, y eso fue solamente luego de 15 minutos de haberme subido al auto, todavía quedaban mas de 400km y unas 7hs por delante. Tantas horas por delante? Sigamos...
El viaje comenzó algo tenso, después de todo era la primera vez que nos veiamos. Yo estaba medio muerto de sueño, ya que me habia despertado como a las 5am para tomar el tren. Esto último, sumado a esa tensión inicial de conocer a alguien en persona por primera vez, hizo que estuvieramos un rato en silencio, cruzando alguna que otra palabra eventualmente. En fin, luego de unos 100km hicimos una primera parada, ambos estabamos sin desayunar, por lo que la idea de un cafecito sonaba bien.
Paramos en un, valga la redundancia, parador en la ruta y enchufamos el auto. Ese fue mi primer contacto con la red de carga de Tesla, distribuida por todo el país. Y este es otro punto fuerte de venta de estos autos, porque no sólo hay incentivos por parte del gobierno, sino que además cuenta con una extensa red de Tesla Superchargers y de cargadores comunes. Y acá viene un punto importante de viajar con un auto eléctrico grandes distancias. Como la autonomía de estos autos no llega a alcanzar a la de uno de combustión interna (Aunque los Tesla andan en 400 o 450km, si mal no recuerdo), hay que planificar con antelación la ruta... No sólo la que tenga menos peajes, o la mas rápida, o la que tenga mejor vista... Sino la que tenga una mayor cantidad de cargadores en la misma. Por momentos esto requiere mas planeamieto que un vuelo... Acá se puede ver parte de la red de cargadores de Noruega compatibles con Tesla:
En rojo los Superchargers (120kw) en negro los compatibles con Tesla (11kw)
Esta primer parada cambió todo, el aire fresco, el cafecito, el solcito que pegaba ayudó a que los sistemas se pusieran nuevamente en línea y pueda comenzar a disfrutar. Pusimos proa hacia Bygland, la primer parada programada (Unos 270km desde Tønsberg), el auto se abría paso sin problemas, zumbando entre los bosques Nórdicos. La ruta, pintada de azul en la pantalla central, marcaba la ruta a seguir. El sistema de navegación utiliza la base de Google maps, por lo que todo lo que se vé en el mismo es familiar, a diferencia de muchos otros autos. Sobre el sistema de navegación y entretenimiento... Una pantalla central de 16" en posición vertical domina la consola central, y de hecho es lo único que hay. No hay botones físicos, salvo por las rejillas del aire acondicionado, las balizas y la apertura de la guantera. Si contamos las rejillas del aire, son 4 botones que hay en la consola central... Sobran los dedos de una mano para contarlos. Todo, desde esa gran pantalla central, pasando por la parte superior del tablero cubierto de Alcantara (Una forma copada de decirle a la gamuza), las terminaciones brillosas y las baguetas interiores de las puertas que tienen forma de rayo (Un guiño muy sutil y muy bien implementado), indican que este no es un auto mas. Tesla quiere que toda la experiencia sea de punta, que te sientas que no estás en un auto sino en una especie de nave de ciencia ficción.
Caminos estrechos
Pero no son solo esos sesgos físicos indican que esto no es un auto mas, el software muy onda iOS, sutil y sin embargo informativo, transmite lo mismo. El auto se encuentra conectado constantemente a una red de datos móviles, como un celular, lo que le permite, además de recibir radios, escuchar Spotify (Instalado de fábrica y con una cuenta Tesla), bajar los mapas con información de tránsito en tiempo real y navegar por internet, recibir actualizaciones de software. Sí, al igual que un celular o una PC, las actualizaciones del software de entretenimiento y del auto en general (Podría ser análogo a una actualización de la ECU) se bajan de internet cuando Tesla las lanza. Además de lo antes mencionado, se pueden modificar los parámetros del auto, desde abrir y cerrar los baúles, hasta cambiar la altura del mismo, pasando por informes de desempeño y de proyección de carga al proximo punto. Todo con gráficos e imágenes para saber qué es lo que se está tocando o lo que está ocurriendo.
Pantalla central dominando la consola
Llegando a Bygland
En fin, mientras yo me entretenía viendo que se podía hacer con el auto, el paisaje iba cambiando. Esos bosques por los que ibamos al principio, que hasta cierto punto me recordaba a un circuito de rally (Pero mucho mas ancho y pavimentado), fueron cambiando por un paisaje un poco mas montañoso. Las montañas bajan a los lagos, y todo tiene mucha vegetación. Los caminos son no muy anchos. En cierto punto me recordaba al sur de nuestro país, en la zona de Villa la Angostura o San Martín de los Andes. Finalmente llegamos a nuestra primer parada programada, Bygland. Nos detuvimos en la estación de carga, enchufamos el auto y nos fuimos a estirar un poco las piernas. El lugar era como una especie de camping/parador, con una playita y un pequeño embarcadero con una rampa para tirar las lanchas y otras cuantas flotando en los muelles, todo muy pintoresco. Cruzamos a una estación de servicio para comer algo (Yo comí un pancho ahumado que estaba muy bueno, pero que mas tarde iba a querer volver). Si bien las estaciones de carga no están en las estaciones de servicio, porque eso sería equivalente a que un concesionario de BMW tenga un Audi en el piso, se encuentran siempre cerca una de otra, no mas de 100 o 200 metros. El uso de las estaciones de carga Tesla es completamente gratis y solo compatible con autos de la marca, no es así para las estaciones de carga comunes. Estas últimas sirven para cualquier marca (Incluido Tesla) pero su uso se cobra en función del tiempo de permanencia en la misma.
Parador en Bygland
Tranquilidad
Habiendo recargado (Un 60% en 45 minutos, por lo que estabamos en 90%, tampoco habíamos arrancado al 100%) nos pusimos en marcha para completar la 2da mitad del viaje. Venía todo bien, el paisaje seguía sorprendiendo, poniéndose mas lindo curva tras curva, hasta que de repente lo peor que puede pasar a un auto eléctrico... Corte de ruta imprevisto. Eso no sería problema si fuese un auto común ya que está lleno de estaciones de servicio, pero en un auto eléctrico podría ser la diferencia entre llegar o no a destino. Esto nos dejaba con 2 opciones: Pagar un ferry para que nos lleve el tramo en el cual estaba el camino cerrado o volver sobre nuestros pasos y dar una vuelta un poco mas larga de lo planeado. Claramente no ibamos a pagar, y el sistema de navegación nos indicaba que ibamos a llegar con poca carga a destino, pero llegaríamos. La decisión estaba tomada, ibamos a ir por el camino largo.
A medida que avanzabamos, ibamos subiendo. Para llegar a Stavanger es necesario pasar por una zona alta, que no llega a ser un camino de montaña, pero tampoco es una ruta a las que estamos acostumbrados en la zona central de nuestro pais. Esta parte es como una especie de meseta, que crece progresivamente de Este a Oeste y cae un poco mas abruptamente a medida que llegas al otro lado. Desconozco a qué altura estabamos, pero supongo que era bastante ya que habia muy poca vegetación (El suelo estaba cubierto por una alfombra verde de pasto), habia nieve en algunas partes y estaba bastante fresco, se veía a las ovejas muy a gusto con toda esa lana encima. Algo que me llamó la atención es la cantidad de autos con casas rodantes, mas tarde me dirían que es muy normal salir de camping en Noruega, incluso en parques, algo que ví y me llamo bastante la atención.
El plan original era, antes de ir para la ciudad, subir a Pulpit Rock. Como el viaje nos tomó mas de la cuenta y además estabamos cansados, decidimos que lo mejor iba a ser ir para la ciudad, recorrer un poco y luego ir a dormir para arrancar temprano al otro día. Y así fue que después de como 6 horas (o más, no recuerdo) llegamos a Stavanger. La ciudad es chica, pero muy pintoresca y casualmente había un festival de... Algo, por lo que había bastante movimiento.
Después de dar una vuelta por la ciudad y comer algo, nos fuimos para el hotel y al otro dia arrancamos bien temprano, alrededor de las 7am. Hicimos el checkout, fuimos para el auto que habia estado cargándose toda la noche y, después de guardar todo, pusimos proa hacia el puerto, donde nos subiríamos al ferry que nos iba a cruzar a Tau y de ahi un viajecito corto de 15 minutos hasta Pulpit Rock.
La subida a Pulpit Rock fue... Letal. Un poco por el terreno poco preparado y un poco por mi pésimo estado físico, pero eventualmente llegamos. La vista es increible y el sendero también. Entiendo por qué la proxima película de Tom Cruise, Misión Imposible...6?, se va a filmar en este lugar. Después de pasar un tiempo ahi arriba pegamos la vuelta ya que se iba a hacer muy tarde...
Adelantando un poco el tiempo, ya estabamos de vuelta en el auto y yendo hacia Forsand, donde tomaríamos un ferry por unas 2 o 3hs hasta Lysebotn. Hicimos esto porque habia caminos cerrados (Esto ya lo sabíamos de antemano, no como el otro), por lo tanto era mas rapido tomar el ferry que pegar toda la vuelta. Después de una siesta en el auto ya estabamos llegando a destino. Todo eso que habimos bajado a la ida habia que subirlo... Decir que el camino era sinuoso es poco. No solo era curva tras contracurva, el espacio para hacer un camino era tan reducido, se ve, que en el medio habia un tunel que pasaba por debajo todas esas curvas para poder seguir subiendo. Si no se entiende lo que digo, Google Maps va a poder describirlo mejor.
Previo a subir al ferry, el mapa muestra nuestra posición
Era un camino que con un auto como este se disfrutaba mas. Después de tomar esa especie de camino-ascensor, nos encontrabamos de nuevo sobre esta meseta que habia que atravesar para volver a Oslo. Llegamos a una intersección y frenamos al costado del camino. Me miró y me dijo Ahora te toca a vos, y se bajó. Finalmente era mi momento de manejar. Me bajé, le pegué la vuelta al auto y me acomodé en el asiento del conductor. La posición de manejo es muy buena, como es de esperarse en un auto de este tipo, después de todo apuntan a un mercado de alta gama. El volante, cubierto en cuero y con la parte de abajo chata se sentía bien en la manos, la dirección es suave ya que es eléctrica. Frente a los ojos, ademas del parabrisas y un capó largo, está el tablero, una gran pantalla de unas cuantas pulgadas. La misma se puede configurar a gusto del conductor, obviamente no toqué nada, además la información que mostraba se ajustaba a mis necesidades... Carga, velocidad, GPS e información de consumo estaban elegantemente distribuidas a lo largo del tablero, con graficos que se funden en el otro para dar una sensación armónica y sin interrupciones abruptas, pero delimitando una zona y la otra. Como mencioné antes, el auto no se pone en marcha porque desde que te subis lo está, por lo tanto moví la palanca de la "caja de cambios", situada detrás del volante (Supongo que un guiño a los viejos autos con palanca al volante) hacia la posición D, y apreté suavemente el acelerador. El auto salió como deslizándose. Los primeros kilómetros fui viendo como respondía, adaptándome a las dimensiones y a medida que me sentía mas cómodo, apretaba un poco mas. Hasta que experimenté esa aceleración de primera mano... Me preparé, me aseguré que el camino fuese lo suficientemente recto y esté despejado, recién ahí pise el acelerador... Es como si de repente trajeran el horizonte con una soga hacia vos, la espalda pegada al asiento acompañado de un zumbido agudo a medida que los motores aceleran es una sensación rara y que dan ganas de repetirlo (Y lo hice varias veces, por supuesto). A medida que cruzabamos la meseta, los caminos se volvían una combinación perfecta de curvas y lugares para acelerar. El auto respondía a todo momento, plantado a través de las curvas y entregando todo ese torque con solo apretar el acelerador. Siempre me preguntaba donde quedaban esos caminos que se pueden ver en programas como Top Gear, montañosos, sin autos (Aunque para el programa los cierran), con curvas y contra curvas... Y ahi estaba yo, me sentía manejando para uno de estos programas, acompañado por el verde del césped y el celeste del cielo y al lado mio que me decían que le diera sin problemas, que el auto tiene Tons of grip (Que se traduciría como "Bocha de agarre"), lo cual era verdad, pero tampoco sonaba bueno deber la factura de reparación de un Tesla.
Como todos los Teslas, este estaba equipado con piloto automático. Y cuando digo piloto automático es que el auto se maneja sólo, sin manos en el volante ni en los pedales. El sistema funciona en conjunto con una serie de sensores, que se encargan de "ver" a los demas autos (Similares a los sensores de estacionamiento) y camaras, que leen las lineas del camino. Los primeros se encargan de que no te choques con nada, mientras que los segundos de que no te salgas del camino. De forma similar a como se activa el control de velocidad crucero, que tiene la particularidad de mantener una distancia predeterminada al auto de adelante si lo hubiese, se activa el piloto automatico. En ese momento se pueden sacar las manos del volante y como si hubiese una fuerza superior, el volante se mueve para mantener el auto en el carril y un pie, también invisible, presiona el freno llegado el caso. Pero tampoco es para despreocuparse del auto, cada tanto el mismo envía un aviso al conductor para que mueva el volante haciendo saber que todo está bien. Si el conductor no da señales el auto se detiene a un costado del camino. Al principio es una sensación rara, ves que se aproxima una curva, la cual vos no tomarías a la velocidad que estas yendo, sin embargo el auto ingresa a la misma sin esfuerzo. Cada vez que esto pasaba tenía 2 sensaciones. La primera era miedo y la segunda fascinación, no puede ser que un auto doble así, a esa velocidad y sólo. A pesar de todo esto, creo que el piloto automático es especialmente útil en situaciones con tránsito, en las que hay que estar frenando y acelerando para mantener una distancia segura al auto de adelante. Es ahí cuando mas brilla el sistema, para hacer el trabajo sucio de la conducción.
Otra particularidad que tiene este auto es el freno regenerativo, algo que me tomó un poco mas de tiempo acostumbrarme. Cuando no se está pisando el acelerador, o mejor dicho cuando no se le pide a los motores que hagan fuerza (Por ejemplo en una bajada o al soltar el acelerador para aminorar la marcha, pero siempre aplicando un poco de acelerador o no), el auto aprovecha ese movimiento para cargar las baterías, mejorando un poco el alcance del mismo. Para hacerlo, de alguna manera, carga al eje de motor, y cuando esto pasa es como si se pisara el freno, tal es así que cuando está en full regeneración, es decir con el pie fuera del acelerador y sin pisar el freno, las luces de freno se encienden de todas maneras porque el auto se frena bastante fuerte. Es por esto que para desacelerar el auto de manera suave o normal, hay que dejar el acelerador apretado en todo momento. Al principio es medio raro porque es algo anti-intuitivo, pero una vez que lo dominas, dejas de utilizar el pedal freno. Es tan bueno que Tesla lo recomienda para el uso diario ya que "ahorra" frenos y encima mejora el alcance del auto, lo que se diría una situación win-win.
En fin, curva va, curva viene, piloto automático por medio, empezó a oscurecer. Señal que se estaba haciendo realmente tarde porque en Julio el sol se termina de ocultar cerca de la medianoche. Luego de parar en una estación de carga, hicimos un cambio de conductor para que ella entrara a Oslo. La verdad estaba tan entretenido, y el auto es tan cómodo que las horas se me pasaron muy rápido.
De noche también se siente de alta tecnología
Los carteles indicando hacia el centro de Oslo y la urbanización indicaban que el viaje llegaba a su fin. Un viaje por unos caminos increibles, visitando unos paisajes que parecen de otro planeta, conociendo gente y ciudades nuevas, y como toque final, la experiencia de manejar un auto que jamás pensé que iba a manejar, al menos en el corto plazo, por unos caminos que parecen sacados de un documental.
Alrededor de las 12, con el cielo completamente oscuro (Aunque no por mucho tiempo porque tipo 3am ya empieza amanecer) le aviso a mi amiga, quien me estaba alojando, que estabamos llegando. Con su mejor cara de sueño bajó a abrirme, me acompañó en la cena (Un poco de pan, queso y algo mas) y nos fuimos a dormir, eso marcó el punto final de 2 excelentes dias.
Panorámica de Oslo
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