Volvieron las bermudas!

La comodidad al volar

Empieza otra vez la época del año en la que las temperaturas empiezan a subir, las mañanas ya no son tan frías y el sol esta desde temprano bien por sobre el horizonte. Los campos pasan de un marrón o verde pálido a otros tonos mas fuertes, el suelo va ganando cada vez un poco mas de saturación conforme pasan los dias. En otras palabras... Se acerca el verano pero la época previa, tambien conocida como primavera, es un lindo momento. Un momento en el que pasamos de los pantalones largos, las 2 remeras (una manga larga y otra manga corta debajo, en mi caso) y un buzito, a una remera y pantalones cortos.
Personalmente no me gusta ir todo abrigado porque me siento duro, con menos flexibilidad y no sólo a la hora de subirme al querido Cessna 150, si no también a la hora de manejar el auto. Hay que buscar un equilibrio entre abrigo y comodidad, recordemos que las temperaturas son levemente mas bajas ahí arriba (desciende 1°C por cada 180m que se suben, aprox.) no llegando a ser "gélidas". Pero este equilibrio es relativamente fino y paso a contarles algo que me pasó en Mayo (no llegaba a ser invierno). 
En ese mes hice la navegacion mas larga hasta la fecha, a la ciudad de Rosario, para ser precisos. Una hermosa tarde de Otoño, temperaturas durante el dia (vale la aclaracion) más que agradables. rondando los 15 ó 20°C. Si bien tenia un buzo y una campera, decidí salir sólo con las 2 remeras y el buzo puesto. El resto del abrigo viajó en la zona trasera del avión. La ida fue muy comoda, el sol de la tarde calentaba el habitáculo a la temperatura perfecta, la visibilidad "infinita" y el cielo bien celeste invitaban a sacar fotos y a ponerse cómodo, por lo que tiré el buzito al lado de la campera. Todo se desarrolló sin problemas.


Llegados a Rosario, estiramos las piernas, fuimos al baño (viajé con instructor), hicimos los controles con la PSA y al rato ya teníamos el plan de vuelo aprobado para volver. A eso de las 5 de la tarde despegamos, el sol ya empezaba a bajar y por lo tanto a calentar con "menos ganas". De nuevo la vuelta ofreció unas vistas hermosas. El sol, poniéndose a nuestra espalda, iluminaba la cabina y los campos debajo con un color anaranjado que (opinion sin base científica) era mas fuerte que de costumbre, los arboles de 10 metros de altura, proyectaban sombras de 30. 



A este espectaculo tan lindo lo acompañó un marcado descenso de la temperatura, y ya bien entrada la noche (otra hermosa vista) la cosa se puso muy fresca. Recordemos que el C150 no tiene una gran capacidad de aislación térmica, creo que diciendo lo anterior estoy siendo generoso porque para mi es virtualmente nula. Tan fresco estaba el asunto que ya la estaba empezando a pasar medio mal, las manos estaban frías e intentaba agarrar el comando estirando las mangas de mi remera larga y buzo para aumentar la temperatura. Finalmente, y yendo contra mis principios (oh que exagerado!), me puse la campera y de nuevo a la incomodidad y dureza. A decir verdad la mejora fue tan buena que no importaba estar un poco incomodo. 
Finalmente aterrizamos en El Palomar, completando las casi 5h (en total) de las cuales 1h fue nocturna! Una vez mas me llevo un pequeño aprendizaje, y es que si preveo que me va a agarrar la tarde/noche en "media estación" o invierno, mejor me llevo un abrigo extra (pero del blando).

Pero que empiece el calor no es todo bueno, cuando llegue el verano empieza la época en la que las ganas de despegar dejan de ser ganas y pasan a ser necesidad. Se necesita que el aire corra alrdedor del avión y que la altura nos dé una temperatura mas agradable... Y en esos momentos previos al despegue no hay bermudas ni remera que te salven. Pero bueno, al menos vas mas blando y yo lo prefiero. Los dias se hacen mas largos, las vistas mas lindas y el cielo mas despejado. Aunque esto trae algunas consecuencias como por ejemplo las turbulencias que no suelen ser mayor cosa.
Para cerrar una imagen del fin de semana pasado.




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